Porque el amor surge cuando menos te lo esperas y en circunstancias que nunca habrías pensado. Quizás conversando con una persona, con una mirada... es algo que no podemos controlar, pero una vez que lo sientes es difícil dejarlo. Es como una droga que necesitas inyectarte cada día, ya sea de un modo u otro, viendo fotos suyas o conversando con ella por ordenador. Porque con cada palabra que os escribís te sientes más afín a esa persona, poco a poco sientes que tu dulce corazón le pertenece. Pero también es difícil plantarse delante de esa persona y decirle lo que sientes, la timidez y la vergüenza se apoderan de ti y te impide expresar tus sentimientos.
Entonces es en ese momento cuando la sientes tan cerca pero a la vez tan lejos que no sabes que hacer y optas por no hacer nada, esperando un milagro que cambie las cosas para poder tenerla entre tus brazos.
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