jueves, 12 de enero de 2012

El amante guisante

Porque alguna vez nos ha pasado o nos puede pasar, convertirnos en el amante guisante...
Cualquier gesto, cualquier mirada son importantes para ti, piensas en ella continuamente porque no hay nadie más, ella es la única. Intentas llamar su atención para ganarte poco a poco su corazón y sigues viviendo en tu sueño, imaginando que ella sólo tiene ojos para ti, sólo se rie y hace bromas contigo, hasta que abres los ojos y ves la realidad. Ella está con otro, y no necesariamente por amor, otro besa los labios que tu tanto ansías, otro se está llevando las caricias con las que sueñas todos lo días.
En ese momento tu corazón es arrancado del pecho y ella está jugueteando con él hasta que finalmente lo tira al suelo, el dolor te invade, te quedas en blanco, todo lo que has sentido por ella se ha roto en mil pedazos...
Pero entonces vuelves a recoger tu corazón del suelo y aprendes una nueva lección de la vida, te haces más fuerte y pierdes esa inocencia que no te dejaba ver la realidad.

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