De nuevo navego mi barco a través de un mar de dudas, pero esta vez tengo claro el rumbo, tú eres mi camino, tú eres mi destino, pero... hay demasiados peligros a mi alrededor y tú estás muy lejos de mi. Hay veces que el camino se me hace fácil, que voy cortando el viento hacia lo que más quiero, pero otras veces me paro a pensar si estoy dirigiendo un barco que va a la deriva, sin futuro, que sólo me traerá desgracias y si acabaré hundiéndome con él. Si me mandáses una sola señal...solamente una, iría hacia ti con los ojos cerrados, guiado sólo por mi corazón. ¿Qué debo hacer? ¿Qué harías tú?
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